Es muy emocionante lo que escribes. No es nada fácil salir de esas situaciones, pero cuando me ha pasado al final, cuando he tenido mi catarsis y vuelvo a abrirme al mundo, prefiero recordar esa sonrisa que en su momento quise tapar. Recordar que gracias a ella me sentí bien, deseado, vivo. Lo negativo o lo menos bonito de la historia lo tapo con una fina capa blanca, casi transparente. Lo suficientemente visible como para poder verla de reojo y aprender para el futuro, lo suficientemente oculta para que no me impida volver a sentirme vivo de nuevo. Un abrazo y mucho mucho ánimo